Una señora al llegar al confesionario le dice al sacerdote

ENTRETENIMIENTO

Llegada al confesionario, esta señora se dirigió al sacerdote:

– Padre, tengo un problema.

– Dime, hija mía, que la apequenta?

– Tengo dos loros hembra, muy bonitas, pero lo único que saben decir es «Hola, somos vacas, quieren divertirse un rato?”.

– Dios mío, eso está muy mal. También tengo dos loros machos a los que les enseñé a leer la Biblia y rezar. Como las tuyas son hembras, tráelas aquí y los juntamos en la misma jaula y aprenderán a leer la Biblia y a rezar también.

Al día siguiente, la señora tomó los loros y vio los del sacerdote muy concentrados en las oraciones. Al colocar a las hembras en la jaula, estas dicen:

– Hola, somos vacas. Quieres divertirte un poco?

Entonces, uno de los loros dejó de rezar y le dijo al otro:

– Hermano, guarda el Rosario, Dios oyó nuestras oraciones: llegaron las bellezas!

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