Normalmente, los gemelos se parecen mucho, pero hoy queremos hablar de dos niñas que, a diferencia de lo esperado, nacieron con apariencias completamente distintas, a pesar de ser gemelas.
En 1997, ocurrió algo extraordinario en Gran Bretaña.
En un hospital, Donna y Vinson dieron la bienvenida a sus gemelas, a las que llamaron Lucy y Mary. Al ver a las bebés por primera vez, la madre no podía creer que fueran gemelas, ya que tenían colores de piel muy diferentes.
Lucy nació con ojos azules y cabello rubio, mientras que Mary tenía una piel oscura y ojos marrones.
Esto hizo que las gemelas fueran muy especiales, ya que no es común que los gemelos tengan apariencias tan distintas.
Como cualquier par de hermanas, a veces discuten, pero también se reconcilian. Cada una tiene su propia personalidad y formas únicas de hacer las cosas.
Por ejemplo, a Lucy, con piel clara, le gusta usar colores oscuros, incluso en su maquillaje. En cambio, Mary, con piel oscura, prefiere tonos más claros y naturales. Sus gustos en moda y maquillaje son bastante diferentes.
A pesar de sus diferencias, ambas comparten algo en común: el cabello rizado. Sin embargo, a Lucy no le gusta mucho su cabello rizado y a menudo intenta alisarlo.
Mary, por su parte, disfruta ser el centro de atención, tiene muchos amigos y es muy sociable.
Lucy, en cambio, es más tranquila y prefiere pasar tiempo sola.
A pesar de sus diferencias, las chicas reconocen que son las personas más cercanas entre sí y no pueden imaginar sus vidas sin haber nacido gemelas.