La familia decidió invertir en una casa abandonada en las afueras de un pueblo remoto, aunque tal empresa podría parecer una apuesta arriesgada para muchas personas.
La casa era modesta, pero la estructura estaba bien conservada. La familia tenía un plan claro, y en tres años, la antigua casa del pueblo se convirtió en la más hermosa de la zona.
El pueblo cautivó de inmediato a la familia. Se encuentra en un lugar pintoresco en el valle del río Oka. La naturaleza aquí es hermosa y hay poco tráfico.
Además, los terrenos en la zona son muy asequibles. La casa venía con un terreno de 50 hectáreas.
El terreno estaba conectado al gas y electrificado, por lo que no hubo problemas para establecer la infraestructura.
El propietario decidió desde el principio llevar un video-diario sobre la renovación y describir el progreso de los trabajos.
En su primer video, evaluó detalladamente el estado inicial de la casa y describió el plan general para el futuro. El proceso de renovación tomó más de un año, pero pronto la vieja casa fue irreconocible.
El marco original solo era reconocible en las esquinas del edificio y en las aberturas de las ventanas. Una vez que los nuevos contornos emergieron, quedó claro que todo el trabajo había valido la pena.
Pero eso fue solo el comienzo. Pronto se añadieron más detalles: el mobiliario alpino, un garaje para el coche y el embellecimiento general del entorno. Un pequeño edificio de una planta con cuatro ventanas se transformó en una casa moderna de dos pisos con varias ampliaciones y un garaje.
Particularmente interesante es ver el nuevo edificio desde adentro. Los propietarios idearon soluciones interesantes para la decoración interior y adaptaron los muebles al tamaño y al diseño.
Desde la propiedad, hay solo 40 kilómetros hasta la ciudad más cercana. Fue definitivamente la decisión correcta comprar una casa antigua y abandonada.