La historia de Rosie y Willow es realmente conmovedora y muestra el vínculo especial que puede desarrollarse entre los humanos y sus mascotas. Los gatos, al igual que otros animales, pueden expresar su amor de formas sorprendentes y a menudo inesperadas. En este caso, Willow eligió regalar flores como muestra de su afecto hacia Rosie, lo que es un testimonio de lo profundo que puede ser el amor entre un gato y su dueño.
Esta historia también sirve como recordatorio de que los animales pueden tener emociones y la capacidad de formar conexiones significativas con las personas que los cuidan y los tratan con cariño. Es un ejemplo de cómo la comprensión y el respeto mutuo pueden llevar a relaciones increíblemente gratificantes entre humanos y animales.
Una mujer no podía descifrar quién era su profundo admirador secreto, que le dejaba siempre flores en su casa. Cuando descubrió que se trataba de la criatura más esponjosa, peluda y adorable, no pudo salir de su asombro.
No hay nada como la emoción de tener alguien que te ame a escondidas; y en el caso de Rosie la sorpresa fue mucho mayor cuando se enteró de que «el enamorado» que le dejaba flores todos los días en la entrada de su casa, era una coqueta gatita.
La gata es sumamente cariñosa con todos los vecinos. Se sabe ganar el corazón y la comida de todos
Rosie se acababa de mudar a un vecindario en donde una tierna gatita llamada Willow estaba segura de ser la reina del lugar; y en efecto lo era. Poco a poco fue trabando amistad con ella y le dejaba comida para cuando realizara sus visitas.
“Willow es la reina de seis jardines y estoy segura de que todos los vecinos la alimentamos porque es una gata a la que no se le puede decir que no”, dijo Rosie.
La mujer recibía siempre flores en su casa sin lograr descubrir quién tenía semejante detalle de amor
mujer
Rosie explicó que si la gatita encontraba las puertas de la casa cerrada, no se rendía; comenzaba a maullar y a tocar las ventanas hasta que le abrieran y pudiera entrar a la casa.
Desde que Rosie se mudó, la gatita iba a su casa a tomar la siesta.
Una de las muestras de amor más impresionantes la recibió Rosie cuando comenzó a notar que todos los días su jardín se llenaba de unas lindas flores rosadas. La anciana asumió que se trataba del viento que las movía hasta allí, pero comenzó a encontrar las flores con tanta frecuencia, que comenzó a sospechar que algo raro sucedía.
El misterio se resolvió cuando otra persona que vivía allí notó que era Willow quien siempre llegaba al jardín a dejar varias flores.
Pronto se supo que no se trataba de ningún caballero que amaba en secreto a la anciana
Todo lo contrario, era la propia Willow, que estaba decidida a demostrar quién era su humana favorita.
Las llevaba en su boca y las dejaba en la puerta de la casa de Rosie como un hermoso símbolo de amor. Las flores parecían dejadas por un admirador dispuesto a hacer más romántico el ambiente.
Willow ya había dejado al menos 10 flores antes de que Rosie de diera cuenta de que era ella.
Rosie se maravilló al descubrir el gesto tan bonito de la gatita, y al respecto, comentó:
“Es evidente que nos quiere porque roba las flores y luego las deja en nuestra puerta”.
¿Quién podría imaginar que esta dulzura era la protagonista de esta tierna historia de amor?
Desde la mudanza de Rosie, Willow la ha visitado casi todos los días y siempre camina por toda la casa muy segura de su reinado en el lugar. Willow ha conquistado el amor de todos los vecinos, así que nunca le falta comida, cuidados y amor.
Todos los felinos tienen la costumbre de llevar ofrendas a quien consideran líder de la manada:
Rosie no podía imaginar que sería tan bien acogida al mudarse de casa, y peor aún que todas esas atenciones provendrían de una dulce minina. Después hay quienes dicen que los animales no tienen sentimientos, ¡Y qué equivocados están!
Esta linda historia demuestra lo agradecidos y amorosos que pueden ser los gatitos cuando reciben cariño de los humanos. Muchas personas podrían aprender de los detalles especiales de Willow como un ejemplo de lo que podrían hacer por sus parejas.