Este relato habla sobre la situación de desempleo y la lucha de un joven en San Pedro Sula, Honduras, por encontrar una fuente de ingresos. A pesar de no poder conseguir empleo formal, este joven lleva a cabo su sueño de trabajar como barbero en las calles del centro de la ciudad.
El joven carga una mochila con una navaja y otros instrumentos de barbería, y ofrece sus servicios para dar forma a las cejas de hombres y mujeres, así como para arreglar barbas y realizar otros trabajos relacionados con la estética personal.
A pesar de las dificultades de trabajar en la calle, el joven siempre atrae clientes, especialmente mujeres interesadas en dar forma a sus cejas. La historia refleja la realidad del desempleo en Honduras, donde un gran número de jóvenes, conocidos como «ninis» (que ni estudian ni trabajan), enfrentan dificultades para encontrar oportunidades laborales.
La situación económica en Honduras es preocupante, con un alto número de jóvenes desempleados y una falta de generación de nuevos empleos. Los empresarios temen que si esta tendencia continúa, la pobreza en el país seguirá aumentando.
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