Un día, un hombre murió y fue al cielo, donde preguntó:
– Que son todos esos relojes?
Entonces San Pedro respondió:
– Son relojes de la Mentira. Todos en la Tierra tienen un reloj de mentiras. Cada vez que mientes, los punteros se mueven más rápido.
– Oh, de quien es ese reloj de allá? – preguntó el hombre, interesado.
– Es el de la Madre Teresa. Los punteros nunca se movieron, lo que significa que ella nunca mintió.
– Y ese de ahí, es de quien?
– Es el de Abraham Lincoln. Los punteros se movieron dos veces, lo que significa que solo mintió dos veces en toda su vida.
– Y el reloj de Sócrates, también está aquí?
– Ah, el de Sócrates está en mi sala.
– Ahi si? Por qué? – preguntó el hombre, curioso.
Riendo, San Pedro respondió:
– Lo Uso como ventilador de techo!
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