Una mujer iba manejando y encontró una zarigüeya, acudió a su ayuda y el animal parecía agradecerle al no despegarse de ella
Judy Obregón fundadora del rescate de animales “Saving Animals in Danger” en Fort Worth, Texas, Obregón ha estado rescatando perros principalmente de un área conocida de peleas de perros en su ciudad. Sin embargo, si un animal necesita ayuda, independientemente de la especie, Obregón entra en acción, como lo hizo con la zarigüeya.
Judy bajó del auto, observó al animal y la llevó por ayuda. Al acercarse se dio cuenta que el animal además de estar herida, también estaba en etapa de gestación.
“Ella no es solo una zarigüeya, es un animal que Dios creó, un alma que merece respeto como todos los animales deberían hacerlo” comentó
Zarigüeya embarazada no deja de abrazar a su salvador
La zarigüeya siguió luchando por levantar la cabeza y trató de caminar, por lo que Obregón ayudó a empujar suavemente al animal a un lado de la carretera para evitar un percance con un automóvil. Obregón corrió a su propio auto para agarrar una camiseta para cubrir a la zarigüeya en busca de calor.
Obtuvo ayuda y después de colocarla en un lugar seguro espero la llegada de una rescatadora de la vida salvaje de nombre Tabatha.
Tabatha es una rehabilitadora de la vida silvestre y ha ayudado a diversos animales salvajes como zarigüeyas, ardillas, mapaches. Se encargan de recibir al animal, evaluarlo y también de su liberación en la naturaleza.
“No intentó morderme ni una vez. Sabe que estoy aquí para ayudarle, no para hacerle daño. Creo que tiene posibilidades” comentó Tabatha
En la primera evaluación se encontraron seis crías que se encontraban en la bolsa y se encontró que había sido lesionada con una pistola de aire comprimido.
Un rescate con un final feliz
Después de algunos días en evaluación, todo fue de acuerdo al plan y la zarigüeya que fue nombrada como Ángel fue dada de alta y liberada en una propiedad lo suficientemente grande que tiene un estanque y un lago.
“Cuando hablamos de salvar una vida, esta es una que no solo me hizo llorar, sino que también recordó por qué pertenezco al rescate. Independientemente de la raza, el perro o el gato que rescatamos. Ignorar el sufrimiento de un animal no es una opción y nunca debería serlo.” comentó Obregón
“Estoy familiarizada con las zarigüeyas que se hacen el muerto, en este caso, cuando vi que levantaba la cabeza, ¡no lo estaba!
Puede que no sea uno de mis rescates típicos, pero sigue siendo un animal cuyo corazón late.Un alma viviente que no hizo nada malo a nadie y, sin embargo, lucha por sobrevivir”
Sin duda es una historia con un final feliz, donde el corazón y la buena voluntad sirven para rescatar y apoyar a otras especies.
Ahora que ya lo sabes, comparte la buena vibra y una buena historia para inspirar a otros a cuidar animales.
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