Es realmente conmovedor ver cómo este hombre se convirtió en el principal cuidador de la gatita Sam y le brindó una segunda oportunidad en la vida. El amor y la dedicación que mostró al cuidarla y consolarla durante su período de enfermedad son ejemplos de la bondad y compasión que pueden existir en las personas.
Es importante destacar el trabajo valioso que hacen los refugios de animales como Mini Cat Town, así como las personas como Laura Malone y su esposo, quienes se esfuerzan por rescatar y cuidar a animales vulnerables. La historia de Sam y sus hermanos es un recordatorio de que muchos animales necesitan cuidados especiales y una mano amiga para superar dificultades y prosperar.
Es especialmente conmovedor saber que Sam y su hermana Jo, ahora llamada Bunny, encontraron un hogar juntas y seguirán disfrutando de la compañía y el amor mutuo en su nuevo hogar. Esperemos que su historia inspire a más personas a considerar la adopción de animales necesitados y a apoyar a organizaciones de rescate de animales.
Un hombre vela noche y día por una diminuta gatita rescatada hasta asegurarse de que sobrevivaSIGUIENTE Por SANDRA RANGEL · 9 Mar 2022
Un hombre se convirtió en el principal cuidador para una gatita rescatada, con tiernos abrazos y mimos constantes hizo de lo posible la más hermosa realidad y le brindó una nueva oportunidad a una gatita sin probabilidades se sobrevivir.
Sam es el nombre de nuestra valiente gatita que llegó junto a sus hermanos a Mini Cat Town, un centro de rescate de animales en San José-California.
La peludita solo tenía cuatro días de nacida cuando llegó al refugio, aún tenía su cordón umbilical y necesitaba de cuidados especiales para poder sobrevivir.
Hombre cuida a una gatita vulnerable hasta que encuentra una nueva familia.
hombre
La directora de Min Cat Town, Laura Malone, acogió a Sam y sus hermanos y les brindó todos los cuidados que necesitaban. No tenían fuerza ni siquiera para abrir sus ojitos pero al menos pasarían la noche en un lugar cómodo y seguro. Al respecto Laura destacó:
“Sam tenía un lugar favorito en la esquina trasera de su nido donde se dormía boca arriba”.
De la camada, la pequeña Sam era la que más preocupaba a sus cuidadores, un par de semanas después de su rescate comenzó a perder peso y su apetito disminuyó.