Un día, un gato fue filmado consolando a un pobre cachorro. El cachorro se quedó solo después de que sus dueños se vieron obligados a dejarlo.
Estos dulces momentos nos aseguran lo cariñosos y amables que son los animales entre sí en los momentos más difíciles. Afortunadamente, esta historia tiene un final feliz para ambos.
Durante unos seis meses, este pequeño cachorro no se notó en ninguna de las casas donde vivía. Desafortunadamente, sus dueños eran muy viejos y ni siquiera podían cuidarse a sí mismos.
Así que los llevaron a un asilo de ancianos. Pero, desafortunadamente, no se les permitió traer a su perro con ellos. Tuvieron que dejarlo. Pero el fiel cachorro los esperaba día y noche.
Las personas que vivían allí se le acercaron varias veces e incluso le ofrecieron comida. Pero el momento más emotivo fue cuando la cariñosa gatita le ofreció su apoyo. Puso sus patas en el cuello del cachorro y lo animó.
El gato no conocía a la gente, pero el perro era muy amable. Cada vez que alguien pasa, el perro intenta comprobar su rostro, pero el gato huye.
Después de que los vecinos notaron al perro y a su nuevo amigo, y se quedaron allí incluso después de seis meses, decidieron construirles una pequeña casa.
Pero les gustaba dormir en las escaleras y calentarse mutuamente.
Tal vez se abrazan para calentarse. O tal vez sienten el dolor del otro y hacen todo lo posible para consolarse.
Aunque todos les dejaban comida todos los días, no sabían si los iban a cocinar en invierno o no.
Así que decidieron llamar al refugio de rescate. Han sido examinados. El gato se llama Nyang y el cachorro se llama Meong. Se quedarán en el refugio hasta que alguien los acoja.
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