El nuevo enfoque para el tratamiento quirúrgico de enfermedades de la columna vertebral en perros, probado en una de las principales clínicas para animales pequeños en el Reino Unido, ha mostrado resultados impresionantes.
Salvar al bulldog Jessie
El Dr. Guillaume Leblond, neurólogo de la clínica veterinaria NDSR North Downs en Bletchingley, Surrey, ha probado una técnica única: la estabilización atlantoaxial dorsal.
La operación se realizó en un bulldog de 5 años llamado Jessie, que sufría de dos defectos congénitos en la columna vertebral, uno de los cuales era potencialmente mortal. Estos defectos fueron descubiertos durante un examen realizado por un equipo de neurólogos en la clínica veterinaria Linnaeus, quienes luego remitieron al paciente a NDSR.
El Dr. Leblond explica: «Jessie sufría de inestabilidad atlantoaxial y de diverticulitis aracnoidea en la columna vertebral torácica. Estas patologías resultaron en dificultad para moverse y parálisis completa de las patas. Decidimos que sería mejor realizar dos cirugías separadas, dando prioridad a la corrección de la inestabilidad atlantoaxial, ya que esta patología es potencialmente mortal. Aplicamos una nueva técnica utilizando un enfoque dorsal, que implica una incisión en la parte superior del cuello, en contraposición al enfoque ventral típico que se realiza a través de la parte inferior del cuello. Hasta el momento, hemos tenido un gran éxito con este enfoque. La tasa de mortalidad en este tipo de cirugías es del 5 al 10%, pero hasta ahora, hemos realizado 20 de estos procedimientos con éxito, junto con mis colegas. La principal ventaja de este método es que reduce el riesgo de complicaciones, y es por eso que lo prefiero. Con el acceso ventral, se atraviesan tejidos blandos y nervios del cuello, lo que aumenta el riesgo de vómitos, regurgitación, megaesófago, hinchazón e incluso daño a la tráquea».
Éxito del enfoque innovador
En el caso de Jessie, Guillaume logró estabilizar de manera confiable la articulación atlantoaxial para limitar el movimiento excesivo y reducir la presión sobre la médula espinal.
Añadió: «La segunda vértebra (C2) en el cuello de Jessie se había desplazado hacia arriba, lo que comprimía la médula espinal. La colocamos en su lugar y utilizamos tornillos y cemento óseo quirúrgico para fijarlo todo».
Jessie toleró bien la operación, y se le dio un período de tres meses para recuperarse, después de lo cual el Dr. Leblond realizó un examen de seguimiento.
Explicó: «Esperábamos que la primera y más importante operación resolviera los problemas de Jessie, pero la lesión en su médula espinal todavía le estaba causando dificultades. Fue necesaria una segunda operación para aliviar la presión sobre la médula espinal. Realizamos una pequeña incisión en la pared de la lesión y eliminamos todo lo que sobresalía en el canal espinal. Todo salió bien, y estoy muy contento de que Jessie se sienta mucho mejor ahora. La operación no lo curó por completo, y algunos días se siente peor que otros, pero su estado es mucho mejor en comparación con lo que era antes de la operación».
Oportunidad de vida
La dueña de Jessie, Belinda Hitch, de Eddleston, está completamente de acuerdo con esto, diciendo: «Guillaume le salvó la vida y le dio una oportunidad, y le estoy infinitamente agradecida a él y a su equipo por eso. Jessie se siente realmente bien, mejor de lo que podríamos haber esperado. Tiene cierta debilidad residual y dificultades de coordinación en su pata trasera izquierda, pero está manejando eso muy bien y puede llevar una vida plena. Antes de la operación, apenas podía caminar y arrastraba sus patas traseras. Mi hija Poppy está estudiando para convertirse en veterinaria, así que entendió que era un problema neurológico. Todos estábamos extremadamente preocupados, ya que sabíamos que era una situación grave sin garantías de un resultado positivo. Fue un gran alivio para nosotros cuando Guillaume dijo que la operación era posible, y estamos encantados con el resultado».
Guillaume es coautor de una publicación sobre la técnica de cirugía dorsal.
