La nueva vida de un Malamute de Alaska
Hace tres años, en una tarde de otoño, un grupo de voluntarios de Mississippi ayudó a un perro llamado Odin. Había sido incautado por criadores que se habían comportado de manera negligente. El animal era de cadena corta y tenía poco o nada que comer.
Un voluntario compartió que el desafortunado perro parecía el protagonista de una película de terror. Estaba extremadamente demacrado, en mal estado, con heridas y dientes rotos. Fue doloroso ver al perro en esas condiciones.
Una niña llamada Cind era había cuidado al perro y más tarde se convirtió en su amante. Asegura que cuando trajo a Odin a casa por primera vez, estaba molesto y no sabe si alguna vez ha estado en la casa. Durante semanas y semanas permaneció inmóvil y no se movió, sin mostrar interés en nada
El proceso de curación y adaptación duró varios meses. Pronto se volvió más valiente y comenzó a dormir junto a su amante y a jugar con ella. Cind racconta dice que amaba a su perro con todo su corazón y que todavía se está recuperando del daño a su salud, ya que todavía hay muchos problemas por resolver.
El amor y la atención hicieron su trabajo։ Lo que solía ser un perro demacrado con una serie de enfermedades se ha convertido en un perro grande, hermoso y sociable, amado y querido por sus amos que le devuelven el favor.