Olivia Lynes, una talentosa cantante de once años, robó el espectáculo en “Britain’s Got Talent” después de que su madre enviara una carta conmovedora a la jueza Amanda Holden.
La carta enfatizaba el talento excepcional de Olivia y argumentaba por qué merecía la oportunidad de compartir su voz con el mundo.
A pesar de sus nervios, Olivia subió al escenario con confianza y reveló que interpretaría “Defying Gravity” de Idina Menzel y Kristin Chenoweth.
Incluso antes de que cantara una nota, su madre ya estaba abrumada por la emoción, derramando lágrimas. Cuando Olivia comenzó, su suave voz pronto floreció en una poderosa actuación, cautivando a toda la audiencia.
A mitad de la canción, la multitud estaba en asombro, completamente hipnotizada por su increíble talento. Cuando terminó, los jueces y la audiencia se pusieron de pie en una ovación, con dos jueces visiblemente conmovidos por su impresionante actuación.