Si eres una persona muy emocional, prepárate porque esta historia es sobre animales.
Un día, Andrew Bernhard publicó en Internet una foto de su gato con el nombre de su dueño. El gato es bastante grande y han sido muy buenos amigos durante mucho tiempo.
Esto se hace evidente después de que Andrew toma al gato de la mano y lo dirige al veterinario.
Andrew era el hijo del dueño del gato. Era un niño pequeño y muy bueno, siempre ganaba peleas de perros, quería estar a su lado todo el tiempo.
Pero un día se debilitó tanto que no pudo continuar como antes. Según su padre, el pobre Andrés había estado enfermo durante un año, y Bernhard se estaba enterando de que hacía ruido todos los días; cuando se fue, se dio cuenta de que no era el momento.
Desafortunadamente, perder a un amigo es algo muy doloroso.
Todos entendemos el dolor de perder a esta mascota. Siento lo de Bernhard. Y que el alma del pequeño Andrew esté en paz. Por favor, acepte nuestras condolencias.