Un sueño es alcanzable cuando se define como una tarea. Así creen los recién casados, que en poco tiempo transformaron el edificio abandonado en una acogedora vivienda.
La pareja siempre ha buscado tener una casa en una zona tranquila con una naturaleza pintoresca. Habiendo acumulado una cantidad considerable, se encontraron con una oferta que les interesó. Era una casa antigua, en la que solo se conservan muros resistentes. Ubicada en el borde del pueblo, la casa estaba alejada de las grandes carreteras.
Hasta el asentamiento principal había unos cuarenta kilómetros. Además del atractivo valor, la casa estaba cerca de una hermosa reserva natural y tenía una gran parcela de tierra de 50 hectáreas.
Algunos pueden considerar que tal elección es cuestionable, dada la relevancia de tener una buena infraestructura en la vida moderna. Sin embargo, los cónyuges, después de analizar todos los aspectos, decidieron comprarlo. Tenían una imagen clara del futuro de la casa, el capital inicial y el impulso imparable de vivir en un lugar tan magnífico.
La casa fue restaurada sobre la base de las antiguas paredes, convirtiéndose en una vivienda de dos pisos. Todas las comunicaciones han sido restauradas y, como dicen los propietarios, a pesar del trabajo realizado, el proyecto de su casa perfecta todavía está en proceso.